Año Nuevo 2026: Qué color elegir para recibirlo y cómo potenciar la abundancia desde lo emocional
En 2026, el color elegido no define el destino, pero sí puede ayudar a expresar deseos, reforzar decisiones internas y comenzar el año con mayor conciencia emocional y sentido personal.
Redacción Panas en Utah.- Año Nuevo 2026: La elección del color para la noche del 31 de diciembre vuelve a ocupar un lugar central en los rituales de fin de año. Más allá de la superstición, muchas personas usan la ropa —especialmente la interior— como una forma simbólica de expresar deseos y ordenar intenciones para el ciclo que comienza. En muchos países de Latinoamérica, esta costumbre convive con el brindis a medianoche, ciertos alimentos y prácticas heredadas que, con el tiempo, incorporaron nociones de bienestar emocional y manifestación personal.
Desde la psicología del color, los tonos despiertan asociaciones emocionales y cognitivas que influyen en el estado de ánimo. No actúan como fórmulas mágicas ni garantizan resultados concretos, pero sí ayudan a enfocar objetivos, reforzar decisiones internas y marcar el inicio de una nueva etapa. En ese sentido, el color elegido funciona como un anclaje simbólico que acompaña los propósitos del Año Nuevo 2026.
Lee también: Google celebra el Año Nuevo Lunar con un doodle interactivo
El amarillo lidera, una vez más, las preferencias. La tradición popular lo vincula con el dinero, la prosperidad y la buena fortuna. A nivel psicológico, representa energía, optimismo y activación mental. Este tono suele acompañar a quienes desean crecimiento económico, expansión laboral o nuevos proyectos. Como ritual de abundancia, muchas personas colocan un billete doblado en la billetera al comenzar el año, encienden una vela amarilla o escriben metas financieras antes del brindis para reforzar la intención.
El rojo ocupa el lugar del amor y la pasión. En el imaginario colectivo, simboliza relaciones afectivas, deseo y vínculos intensos. Desde lo emocional, conecta con la acción, la seguridad personal y la toma de decisiones. Usar rojo expresa valentía para asumir cambios y abrirse a nuevas experiencias. Un ritual asociado consiste en escribir aquello que se desea transformar en el plano afectivo y guardarlo junto a una prenda roja durante la noche del 31.
Lee también: Los turistas chinos viajan más pero a destinos más cercanos por el Año Nuevo lunar
El blanco, por su parte, aparece como una elección frecuente entre quienes buscan paz, claridad y renovación. Representa nuevos comienzos y cierre de ciclos. Desde la psicología, se asocia con orden mental y alivio emocional. Vestirse de blanco funciona como un gesto de limpieza simbólica. Para acompañar esa intención, muchas personas realizan un ritual sencillo: ordenar el hogar antes de medianoche, encender una vela blanca y agradecer lo aprendido durante el año que termina.
En 2026, el color elegido no define el destino, pero sí puede ayudar a expresar deseos, reforzar decisiones internas y comenzar el año con mayor conciencia emocional y sentido personal.
Con información de Agencias



