“Aún es de noche en Caracas”: Edgar Ramírez lleva la tragedia venezolana al cine desde lo íntimo
Para Ramírez, el buen arte provoca reflexión y abre puertas hacia la comprensión de experiencias ajenas. Con esta película, Venezuela se cuenta a través de la voz de sus víctimas, con la intención de dejar una huella emocional más allá de las fronteras.

Redacción Panas en Utah.- El Festival de Cine de Venecia recibió en su sección Spotlight la adaptación cinematográfica de La hija de la española, la novela de la escritora venezolana Karina Sainz Borgo publicada en 2019. La película, titulada Aún es de noche en Caracas, cuenta con la producción de Edgar Ramírez y la dirección de Mariana Rondón y Marité Ugás.
Ramírez confesó que llegó tarde al libro, pero al leerlo quedó profundamente conmovido por la historia de Adelaida Falcón, una mujer que enfrenta la soledad tras la muerte de su madre en medio de una Caracas marcada por la violencia y la descomposición social. Esa crudeza lo llevó a impulsar el proyecto, convencido de que la narrativa ofrecía un retrato honesto de la herida colectiva venezolana.
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El actor explicó que buscaba desde hace años una historia que mostrara la tragedia de su país desde la perspectiva de las víctimas y no de los victimarios. “Esta película permite trabajar una herida, hacer una exploración de la memoria, del dolor y el trauma colectivo, pero a través de lo íntimo”, señaló. Para él, el cine se convierte en un espacio donde el espectador puede reflexionar sin la carga de un discurso de denuncia o protesta directa.
Aunque Ramírez participa también con una breve aparición en pantalla, su mayor apuesta recae en el papel de productor. Quiso garantizar que la obra se mantuviera fiel al espíritu de la novela y al mismo tiempo generara un puente emocional con las audiencias internacionales.
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La película se proyecta esta semana en el Festival de Cine de Toronto, lo que amplía su alcance y confirma el interés que despierta una mirada diferente sobre la realidad venezolana. Ramírez insiste en que Aún es de noche en Caracas no busca dividir ni caer en un tono elitista. Su objetivo, asegura, es tocar fibras emocionales.
“Si termina moviendo tu alma, despertando tu conciencia o tu curiosidad por lo que sucede en Venezuela, si te impulsa a entender lo que significa perder un país, entonces la película logró su cometido”, expresó el actor.
Para Ramírez, el buen arte provoca reflexión y abre puertas hacia la comprensión de experiencias ajenas. Con esta película, Venezuela se cuenta a través de la voz de sus víctimas, con la intención de dejar una huella emocional más allá de las fronteras.
Con información de El Nacional