Augusto Castrillo: Sanar desde el alma a través de las constelaciones familiares para transformar la vida
Consciente de la profundidad de este trabajo, Augusto colabora con profesionales de la salud que hoy reconocen el valor terapéutico de las constelaciones. “La espiritualidad y la ciencia pueden caminar juntas. Este trabajo está al servicio de la evolución humana”.

Jacmibel Rosas/ Buenos Aires.- Hay historias que no solo inspiran, también iluminan. Así es la vida de Augusto Castrillo, un facilitador de constelaciones familiares argentino.
Augusto es ante todo, un hombre que transitó la oscuridad de la adicción y la pérdida de sentido, hasta encontrar en las constelaciones familiares un camino que no solo lo salvó, sino que le dio propósito. Hoy, con más de diez años de trayectoria como constelador, acompaña a otros en su propio despertar.

Nacido el 2 de noviembre de 1976 en Argentina, Augusto llegó a las constelaciones en uno de los momentos más difíciles de su vida. Sin rumbo, sumergido en un caos emocional y personal, aceptó la invitación a un taller sin saber bien de qué se trataba. En esa primera experiencia, todo cambió. Comprendió que muchas de sus vivencias tenían un hilo invisible que por fin podía ver. “Las constelaciones me encontraron a mí, sin tener que ir a buscarlas”, afirma.
Desde entonces, no ha dejado de estudiar, constelar y facilitar espacios de sanación. A través de talleres grupales e individuales, Augusto guía procesos donde las personas logran conectar con memorias profundas y patrones familiares que muchas veces condicionan su vida sin saberlo. “Lo primero que encontré fue paz. Después, entendimiento y humildad”, cuenta.


Experiencias que impactan
Una de sus constelaciones más impactantes reveló la raíz de su adicción: una lealtad invisible a una hermana fallecida al nacer, de la que se enteró un día antes del taller. La comprensión de ese vínculo lo ayudó a soltar culpas, honrar la vida y permitir el éxito que antes saboteaba.
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Augusto explica que las constelaciones familiares son una herramienta profunda de transformación, basada en principios de la biología, la física y el amor sistémico. No se trata de magia, sino de observar el alma y su lenguaje para sanar vínculos, traumas y ciclos repetitivos. “Nos da la posibilidad de cruzar un umbral donde la conciencia racional no llega. Y desde allí, sanar”.
En sus talleres, ve con emoción cómo las personas toman las riendas de su vida desde un lugar adulto y responsable. Acompaña a muchos que, como él, deciden dejar de ser víctimas de su historia y se convierten en protagonistas de su transformación. Entre sus experiencias, recuerda con especial cariño a una joven que, luego de constelar un pasado de abuso, decidió formarse como consteladora para ayudar a otros.

¿Qué son las constelaciones familiares?
Las constelaciones familiares son una herramienta terapéutica que permite al participante mirar profundamente dentro de nuestra historia personal y familiar. Muchas veces, sin darse cuenta, las personas llevan cargas, patrones o dolores que no le pertenecen, pero que heredan por amor y lealtad a su sistema familiar.
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Las constelaciones familiares se vuelven una experiencia transformadora. No solo ayudan a romper con conductas repetitivas, sino que van más allá: invitan a cultivar la parte espiritual, a sanar desde la raíz, a encontrar paz con lo que fue y abrir espacio para una vida más plena.
Las constelaciones no son una fórmula mágica, pero sí una oportunidad poderosa para mirar de frente lo que habita en el alma: el amor, el dolor, los vínculos rotos, las historias silenciadas. Participar en una constelación es como abrir una ventana a nuestro linaje, entender desde dónde venimos y qué podemos soltar para vivir con mayor libertad.

¿Ha notado una mayor apertura de las personas hacia estas terapias en los últimos años?
“Si es ineludible que hay mayor apertura, yo trabajo con muchos profesionales de la salud que cuando yo comencé era muchos más reacio, hoy tengo trabajo conjunto con psicólogo y con médicos. Hoy la gente está más abierta porque a través las constelaciones las personas han podido transformar su vida. No es magia, están basadas en la ciencia, están basadas en la biología y en la física, no es magia, es un abordaje que es transformador porque nos da la posibilidad de cruzar un umbral donde nuestra conciencia no puede llegar. La constelación nos da la posibilidad de llegar a ese lugar y a través de eso ir sanando. Los profesionales de la salud hoy en día participan y luego derivan”.
Consciente de la profundidad de este trabajo, Augusto colabora con profesionales de la salud que hoy reconocen el valor terapéutico de las constelaciones. “La espiritualidad y la ciencia pueden caminar juntas. Este trabajo está al servicio de la evolución humana”.
Desde su cuenta de Instagram @otrosojos_miradaholistica, comparte talleres presenciales, sesiones individuales y masterclasses como “La influencia de la madre en nuestra vida desde la mirada de las constelaciones familiares”. Su misión es seguir acercando esta herramienta a quienes estén listos para mirar su historia con otros ojos.
Porque sanar también puede ser un acto de amor. Y como lo demuestra Augusto, siempre se puede empezar de nuevo y aprender a transitar por la vida con otros ojos: los ojos del amor.
