Las universidades podrán pagar a sus deportistas, tras una histórica decisión en EE.UU.
La jueza federal Claudia Wilken, del Distrito Norte de California, aprobó este viernes el acuerdo que resuelve la demanda presentada por un colectivo de deportistas universitarios contra la NCAA y sus cinco principales conferencias: Pac-12 Conference, Big Ten Conference, Big 12 Conference, Southeastern Conference y Atlantic Coast Conference.

Oklahoma City (EE.UU.), 6 jun (EFE).- Las universidades estadounidenses podrán pagar directamente a los deportistas y a los jugadores de sus equipos, tras una decisión judicial de este viernes que supone un cambio histórico y de profundas implicaciones para el panorama del deporte en Estados Unidos.
Con una enorme tradición y una gran popularidad en EE.UU., especialmente en el fútbol americano y el baloncesto, las competiciones universitarias, sobre todo a través de la NCAA, se habían basado en la condición ‘amateur’ de sus deportistas.
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Pero la entrada en 2021 de los contratos de patrocinio NIL (Nombre, Imagen y Semejanza, NIL por sus siglas en inglés) y el fallo judicial de este viernes que permitirá el pago directo a los deportistas transformarán radicalmente las competencias deportivas universitarias en EE.UU., que más allá de ser un lugar de formación para los jóvenes es en realidad un monumental negocio en el país de las barras y estrellas.
Las claves millonarias de esta decisión
La jueza federal Claudia Wilken, del Distrito Norte de California, aprobó este viernes el acuerdo que resuelve la demanda presentada por un colectivo de deportistas universitarios contra la NCAA y sus cinco principales conferencias: Pac-12 Conference, Big Ten Conference, Big 12 Conference, Southeastern Conference y Atlantic Coast Conference.
“El acuerdo permitiría niveles y tipos de compensación para los estudiantes-deportistas que jamás habían sido permitidos antes en la historia de los deportes universitarios, mientras que también compensará de forma muy generosa a los estudiantes-deportistas de la División I que sufrieron perjuicios en el pasado”, escribió la jueza.
El acuerdo contempla una indemnización total de 2.800 millones de dólares a abonar durante los diez próximos años como compensación a deportistas que compitieron en la NCAA en algún momento desde 2016 y hasta 2024.
Respecto al presente y al futuro, las universidades tendrán una cantidad máxima cada año para pagar a sus deportistas, algo similar al límite salarial que existe en ligas como la NBA.
Ese límite anual en la NCAA estará establecido en torno a los 20,5 millones de dólares por universidad para la temporada 2025-2026 pero se espera que crezca según avancen los años.
Estos pagos directos a los deportistas no sustituirán a otras remuneraciones que ya tenían hasta ahora como las becas o los acuerdos de patrocinio NIL.
“Este acuerdo abre un camino para empezar a estabilizar el deporte universitario”, sostuvo en un comunicado el presidente de la NCAA, Charlie Baker.
En la práctica, los contratos NIL ya marcaron un antes y un después puesto que supusieron incentivos económicos evidentes y muy importantes (incluso de millones de dólares) para que los jugadores optaran por una u otra universidad, un escenario más típico del deporte profesional que del amateur.
Con los pagos directos a los deportistas universitarios se da otro paso crucial en ese sentido pero también se abren muchos interrogantes, por ejemplo sobre si se trata de salarios como tal y si los deportistas deben ser considerados trabajadores con las implicaciones laborales y legales que ello exige.
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Pero más allá de las incógnitas, este acuerdo permitirá a los jóvenes recibir una parte del pastel antes vetada para ellos, pese a ser las estrellas del mastodóntico negocio que es del deporte universitario en EE.UU.
Como muestra, CBS/Turner llegó en 2010 a un acuerdo con la NCAA para emitir el March Madness de baloncesto hasta 2024 por 10.800 millones de dólares, aunque luego ampliaron este contrato hasta 2032 por 8.800 millones más.
EFE