Redacción Panas en Utah.- El recorrido que llevó a María Corina Machado hasta Oslo se convirtió en una odisea marcada por incertidumbres, hipótesis y largos desplazamientos. Su llegada generó dudas durante semanas, ya que no aparecía en público desde enero y sortear la vigilancia del gobierno de Nicolás Maduro implicaba un reto considerable. Aun así, la dirigente opositora emprendió un itinerario que combinó mar, islas del Caribe, territorio estadounidense y finalmente el norte de Europa.
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La ruta inició el martes 9 de noviembre, cuando, según planteamientos de analistas, salió de Venezuela por vía marítima rumbo a Curazao. Desde esa isla, ubicada a apenas 65 kilómetros del territorio venezolano, comenzó la siguiente fase. Las plataformas FlightRadar24 y FlightAware registraron que un avión privado despegó la mañana del miércoles 10 de diciembre desde Willemstad, capital de Curazao, con destino final Oslo. La aeronave utilizada fue un Legacy 600 del fabricante Embraer, con matrícula mexicana, base en Querétaro y operación a cargo de JetVip Business Aviation. El modelo, con capacidad para 13 pasajeros, permitió cubrir un trayecto cercano a los nueve mil kilómetros.
Antes de recogerla, el avión partió desde el Aeropuerto Ejecutivo de Miami Opa Locka hacia Curazao, donde aterrizó el martes 9 de diciembre por la noche. Ya con Machado a bordo, la aeronave inició el miércoles a las 6:42 hora local un vuelo de más de cuatro horas hacia el Aeropuerto Internacional de Bangor, en Maine, donde realizó una escala técnica clave para continuar el tramo transatlántico.
La última etapa consistió en un vuelo de seis horas y 24 minutos desde Bangor hasta el aeropuerto de Oslo Gardermoen. El aterrizaje ocurrió cerca de la medianoche del jueves 11 de diciembre, mientras crecía la expectativa entre sus allegados y decenas de venezolanos que aguardaban noticias sobre su arribo.
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En la madrugada del 11 de diciembre, Nobel Prize confirmó su llegada con un mensaje publicado en la red social X: “La galardonada con el Premio de la Paz 2025, María Corina Machado, llegó sana y salva a Oslo (Noruega)”. En ese comunicado también destacaron un momento profundamente emotivo: después de dos años, pudo abrazar a su hija Ana —retratada en la primera imagen difundida— y al resto de su familia. El público que la esperaba respondió con aplausos y emoción.
El comité recordó que Machado recibió el Premio Nobel de la Paz 2025 “por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”. Su llegada culminó una odisea que unió discreción, resistencia y determinación.
Con información de Agencias
