Colombia abre la puerta a un posible asilo para Nicolás Maduro en medio de debates sobre transición política
El Gobierno colombiano mantiene su llamado a una salida negociada que permita estabilizar la situación en Venezuela y contribuya a la seguridad de la región, mientras continúa siguiendo de cerca las dinámicas diplomáticas que definirán el rumbo de los próximos meses.
Redacción Panas en Utah.- La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Rosa Villavicencio, generó amplio debate político al afirmar que el Gobierno colombiano consideraría otorgarle asilo al líder del régimen venezolano, Nicolás Maduro, si se establece un acuerdo que garantice una transición en Venezuela. La declaración surgió durante una entrevista con Caracol Radio, donde la canciller explicó que la prioridad del presidente Gustavo Petro se centra en promover una salida ordenada que facilite un cambio político en el país vecino.
Villavicencio sostuvo que Colombia evalúa todos los escenarios posibles ante el clima de tensión que rodea la situación venezolana. Según comentó, cualquier solución requiere negociaciones directas entre los actores involucrados, incluyendo a Estados Unidos, país que ha manifestado interés en un proceso de transición democrática. La canciller indicó que, si un eventual acuerdo contempla que Maduro abandone el poder y solicite protección en otro territorio, Colombia podría considerarlo dentro de su política de respeto a los procesos migratorios y a la estabilidad regional.
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La funcionaria señaló que, en contextos complejos como el venezolano, las decisiones suelen depender de múltiples factores diplomáticos. Destacó que la administración de Petro mantiene una postura orientada al diálogo, con el objetivo de evitar un agravamiento de la crisis y aportar a una solución que beneficie tanto al pueblo venezolano como a la región. La posibilidad de un asilo no se plantea como una acción unilateral, sino como un elemento que podría formar parte de una negociación más amplia.
Las declaraciones de Villavicencio despertaron reacciones variadas en sectores políticos colombianos y venezolanos. Algunos analistas interpretaron sus palabras como un gesto de apertura para facilitar un acuerdo que permita sustituir el actual gobierno venezolano sin desencadenar un conflicto. Otros expresaron preocupación por las implicaciones que tendría para Colombia albergar a una figura que genera fuertes posiciones encontradas dentro y fuera de Venezuela.
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A pesar de la polémica, la canciller insistió en que cualquier decisión dependerá del avance de las conversaciones internacionales y del compromiso de las partes por alcanzar un cambio pacífico. El Gobierno colombiano mantiene su llamado a una salida negociada que permita estabilizar la situación en Venezuela y contribuya a la seguridad de la región, mientras continúa siguiendo de cerca las dinámicas diplomáticas que definirán el rumbo de los próximos meses.
