Incursión aérea en el Golfo de Venezuela intensifica la tensión en el Caribe
El movimiento del portaaviones USS Gerald R. Ford y sus aeronaves asociadas mantiene en alerta a los gobiernos caribeños, que monitorean en tiempo real cualquier variación en las operaciones aéreas y marítimas.
Redacción Panas en Utah.- Una maniobra aérea inusual generó preocupación este martes en el Golfo de Venezuela, luego de que dos cazas F/A-18 Super Hornet ingresaran al espacio aéreo venezolano con apoyo táctico de un E/A-18 Growler. Las aeronaves, registradas en FlightRadar24 bajo los indicativos “RHINO11” y “RHINO12”, avanzaron hacia el Lago de Maracaibo después de activar sus sistemas de identificación, lo que permitió rastrear su trayectoria con precisión.
Lee también: Senador Markwayne Mullin revela que el gobierno de Trump ofreció a Maduro alternativas para abandonar el poder
El episodio ocurrió pocas horas después de otros movimientos relevantes. Un E/A-18 Growler apareció en radares al norte de Aruba, y durante la madrugada un dron MQ-4C Triton ejecutó un recorrido de reconocimiento frente a las costas venezolanas. Estas operaciones se vinculan al portaaviones USS Gerald R. Ford, que permanece desplegado en el Caribe en una ubicación que no se ha divulgado oficialmente.
La presencia coordinada de estas aeronaves eleva la preocupación regional, ya que cada una cumple funciones estratégicas de alto alcance. Los F/A-18 Super Hornet operan como cazas multifunción capaces de ejecutar ataques de precisión y misiones de escolta. El E/A-18 Growler actúa como una plataforma de guerra electrónica especializada en interferencias, bloqueos de radares y supresión de defensas aéreas. Por su parte, el MQ-4C Triton aporta vigilancia de largo alcance y monitoreo constante, lo que amplía la capacidad de inteligencia del grupo de ataque.
Los especialistas consultados en la región señalan que este despliegue conforma un cuadro operativo inusualmente activo cerca del territorio venezolano, especialmente al coincidir en un mismo lapso aeronaves de combate, plataformas de reconocimiento y sistemas diseñados para neutralizar defensas aéreas. La posibilidad de maniobras combinadas aumenta la tensión en el área, considerada una de las zonas geopolíticas más sensibles del Caribe.
Lee también: María Corina Machado confirma viaje a Noruega para recibir el Nobel de la Paz mientras el mundo marcha en su apoyo
Las autoridades venezolanas analizan la ruta seguida por los Super Hornet y el contexto regional para determinar la intención exacta de la incursión. Mientras tanto, analistas internacionales observan con cautela el fortalecimiento de la presencia militar estadounidense en el Caribe, un hecho que coincide con diversas tensiones diplomáticas y ejercicios militares desarrollados en semanas recientes.
El movimiento del portaaviones USS Gerald R. Ford y sus aeronaves asociadas mantiene en alerta a los gobiernos caribeños, que monitorean en tiempo real cualquier variación en las operaciones aéreas y marítimas. La combinación de capacidades ofensivas, guerra electrónica y reconocimiento configura un escenario que podría escalar rápidamente si no se gestiona con prudencia desde todos los frentes diplomáticos y militares involucrados.



