Crece la incertidumbre en Oslo por la conferencia y la llegada de María Corina Machado al Nobel de la Paz
Por ahora, la única señal firme es la postergación del encuentro con la prensa. Incluso colaboradores cercanos admiten que no tienen garantías sobre la salida de Machado de Venezuela. Miguel Martínez, uno de sus principales apoyos políticos.
Redacción Panas en Utah / Oslo, Noruega.- La capital noruega atraviesa horas de expectación luego de la postergación de la conferencia que María Corina Machado tenía programada en el Grand Hotel de Oslo. La líder opositora venezolana figura como invitada central para recibir el Premio Nobel de la Paz, pero su presencia en Noruega sigue sin confirmación, lo que alimenta dudas y especulaciones a nivel internacional.
Las primeras señales de confusión surgieron cuando comenzó a circular en redes sociales una fotografía que la mostraba junto a Edmundo González Urrutia en un balcón de un hotel del centro de Oslo. La imagen llamó la atención de medios y analistas, hasta que familiares de la dirigente desmintieron su autenticidad. La madre de Machado reafirmó al periodista Miguel Henrique Otero que la opositora “no ha llegado” a la capital noruega, despejando rumores pero aumentando la incertidumbre.
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La conferencia, prevista para este lunes, quedó oficialmente retrasada. En su entorno comentan que, si logra aterrizar este martes, su primera parada sería el Grand Hotel para reunirse con su familia, a la que no ve desde hace varios meses. Su última aparición pública ocurrió el 9 de enero, cuando un grupo de motociclistas la secuestró de forma breve antes de liberarla. Desde entonces, su paradero se mantiene bajo estricta reserva por motivos de seguridad.
Mientras tanto, Oslo comienza a recibir a los mandatarios convocados a los actos oficiales del Nobel: Javier Milei por Argentina, Santiago Peña por Paraguay, José Raúl Mulino por Panamá y Daniel Novoa por Ecuador. La presencia de estas delegaciones refuerza el marco político global que rodea la ceremonia, en medio de una agenda internacional marcada por tensiones en Ucrania y Medio Oriente.
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La eventual llegada de Machado tiene un fuerte peso simbólico. Su participación iluminaría nuevamente la situación interna de Venezuela ante la comunidad internacional; su ausencia, por el contrario, abriría más interrogantes sobre las restricciones y el riesgo que enfrentan figuras opositoras bajo el gobierno de Nicolás Maduro.
Por ahora, la única señal firme es la postergación del encuentro con la prensa. Incluso colaboradores cercanos admiten que no tienen garantías sobre la salida de Machado de Venezuela. Miguel Martínez, uno de sus principales apoyos políticos, expresó que, después de meses de resguardar su vida ante un “asedio feroz”, mantienen la esperanza de verla aparecer en Oslo para recibir el reconocimiento.
Con información de Cadena 3
