Venezuela

Muere el preso político venezolano Jonathan Rodríguez, tras meses de denuncias por detención y deterioro de salud

La muerte del joven pescador genera profunda preocupación entre los defensores de derechos humanos, quienes sostienen que situaciones como esta evidencian prácticas que comprometen la integridad de los detenidos y requieren atención urgente de las instituciones nacionales e internacionales.

Redacción Panas en Utah.- El Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clippve) informó sobre la muerte de Jonathan Rodríguez, un joven pescador de 30 años procedente del estado Aragua. Su fallecimiento ocurrió la noche del 21 de noviembre, después de que una infección grave comprometiera su salud y los médicos no lograran contenerla. La familia y organizaciones defensoras de derechos humanos atribuyen el desenlace a las condiciones de reclusión que enfrentó durante los meses posteriores a su detención.

Rodríguez creció con diagnóstico de autismo y llevaba una vida tranquila en su comunidad pesquera. El 29 de julio de 2024 salió a cobrar una factura en Cepe, Aragua. Tras encontrar cerrado el negocio, compró pan y se dispuso a regresar a casa. En ese trayecto, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana lo interceptaron y procedieron a detenerlo, acusándolo de terrorismo en el contexto de la represión poselectoral.

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Clippve describió el recorrido del joven por distintos centros de reclusión. Primero lo trasladaron a la comisaría de Santa Rita. El 23 de agosto lo movieron al Centro Penitenciario de Yare, en Miranda. Dos días después ingresó al Centro Penitenciario de Aragua. Su familia afirmó que, en cada traslado, la situación se volvió más compleja por la falta de condiciones adecuadas y la ausencia de atención médica oportuna.

A lo largo de su detención, familiares y activistas denunciaron el deterioro progresivo de su salud. Las audiencias se extendieron durante meses y, pese a sus evidentes complicaciones, no recibió la supervisión médica que requería. Después de más de seis meses tras las rejas, obtuvo una medida de excarcelación. Sin embargo, debía presentarse regularmente ante tribunales por los cargos de terrorismo e incitación al odio.

Fuera de prisión, Rodríguez siguió enfrentando un cuadro de salud frágil. Su familia buscó especialistas, exámenes y diversos tratamientos, pero las recaídas se hicieron frecuentes. Finalmente, una infección pulmonar severa lo llevó al hospital. Durante una semana permaneció bajo cuidados médicos, sin responder positivamente a los tratamientos.

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El caso de Jonathan Rodríguez reaviva las denuncias sobre las condiciones de reclusión y el trato recibido por detenidos en el país, especialmente aquellos con condiciones de salud o diagnósticos preexistentes. Organizaciones defensoras de derechos humanos insisten en la necesidad de revisar los estándares de custodia, garantizar atención médica adecuada y establecer mecanismos claros de protección para personas vulnerables bajo detención.

La muerte del joven pescador genera profunda preocupación entre los defensores de derechos humanos, quienes sostienen que situaciones como esta evidencian prácticas que comprometen la integridad de los detenidos y requieren atención urgente de las instituciones nacionales e internacionales.

Con información de El Pitazo

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