Utah

Cuatro ideas equivocadas sobre salud y peso que afectan a los habitantes de Utah 

Bikman impulsa estas aclaratorias junto con un equipo científico que desarrolla productos nutricionales destinados a mejorar la salud diaria. Su objetivo busca acercar información práctica y científicamente respaldada a quienes desean cambiar sus hábitos y comprender mejor cómo funciona su cuerpo.

Redacción Panas en Utah.- A lo largo de los años, innumerables teorías sobre nutrición y pérdida de peso circularon entre conversaciones cotidianas, publicaciones virales y recomendaciones de celebridades. Muchas personas en Utah crecieron escuchando versiones distintas de lo que “funciona” para estar saludables. Frente a esa mezcla de mensajes, el experto Joel Bikman y su hermano, ambos fundadores de una empresa dedicada al estudio del metabolismo humano, decidieron aclarar cuatro mitos que, según ellos, influyen en el aumento de peso y en el deterioro de la salud en ese estado.

Mito 1: “Mi metabolismo se está ralentizando”

Bikman sostiene que esta idea genera confusión desde hace décadas. Explica que el metabolismo no disminuye por la edad, sino que sigue el ritmo del peso corporal. Cuando alguien aumenta de peso, la tasa metabólica sube, y cuando baja, disminuye. El experto afirma que muchas personas alteran ese proceso al seguir planes extremos que combinan hambre, agotamiento y pérdidas de peso rápidas. Describe ese ciclo como una “trampa metabólica” que termina afectando la salud. Propone un control adecuado de macronutrientes para corregir el desajuste.

Mito 2: “El ejercicio compensa una mala alimentación”

El especialista recomienda mantenerse activo entre cinco y seis veces por semana. No obstante, recalca que el ejercicio no logra revertir los efectos de una dieta deficiente. Señala que incluso rutinas intensas queman pocas calorías en comparación con el impacto que produce una comida alta en carbohidratos refinados y grasas de mala calidad. Bikman destaca que la alimentación correcta marca una diferencia más profunda en la forma en que el cuerpo utiliza la energía.

Mito 3: “Todas las calorías son iguales”

Para Bikman, esta idea resulta especialmente dañina. Afirma que el cuerpo no responde de la misma manera a 2.000 calorías provenientes de bebidas azucaradas que a 2.000 calorías obtenidas de proteínas, grasas saludables y carbohidratos adecuados. Insiste en que hormonas como la insulina influyen directamente en cómo el organismo usa, almacena o desperdicia la energía. Señala que una dieta con menos carbohidratos y un equilibrio adecuado de proteínas y grasas estabiliza el metabolismo y mejora la salud intestinal, inmunológica y cerebral.

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Mito 4: “Las dietas bajas en grasa funcionan mejor”

Bikman recuerda que esta idea tomó fuerza desde 1977, cuando las guías alimentarias de Estados Unidos recomendaron reducir la grasa sin contar con evidencia sólida. Según él, esa orientación impulsó a millones de personas a reemplazar grasas saludables por carbohidratos refinados, con resultados perjudiciales. Explica que las grasas contribuyen a la saciedad, al bienestar cerebral y a una mejor función metabólica. Sugiere consumir fuentes animales y frutales, y evitar aceites refinados.

Bikman impulsa estas aclaratorias junto con un equipo científico que desarrolla productos nutricionales destinados a mejorar la salud diaria. Su objetivo busca acercar información práctica y científicamente respaldada a quienes desean cambiar sus hábitos y comprender mejor cómo funciona su cuerpo.

Con información de KSL

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