Santiago, Chile / Redacción Panas en Utah.- La noche del viernes 18 de julio, un hombre venezolano perdió la vida a causa de un disparo en la cabeza en las inmediaciones de La Vega Central, en la comuna de Recoleta, Región Metropolitana. Las autoridades investigan el suceso, aún sin determinar el móvil ni la identidad del agresor.
Primeras investigaciones policiales confirmaron que la víctima era de nacionalidad venezolana, con una edad estimada entre 20 y 30 años, y se encontraba en Chile en situación migratoria irregular. Aunque su identidad no se ha revelado públicamente, se sabe que el hombre trabajaba en un mercado de la zona.
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El fiscal del Equipo contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH), Eduardo Pontigo, detalló el lamentable hecho: “Recibe un impacto de bala en la parte de atrás de su cabeza y posteriormente fallece a raíz de dicho impacto balístico”. La gravedad de la herida resultó fatal de manera instantánea.
Hasta el momento, las circunstancias que rodearon el crimen permanecen en la oscuridad. La policía no ha logrado establecer una hipótesis clara sobre el móvil del asesinato, ni ha identificado al responsable. El Ministerio Público, según informó Bio Bio Chile, ha encargado la investigación al Laboratorio de Criminalística (Labocar) de Carabineros, quienes ya realizan las diligencias correspondientes para esclarecer el caso.
Este trágico evento se suma a otro incidente alarmante que involucra a la comunidad migrante venezolana en Chile.
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De forma paralela y sin conexión aparente con el caso de La Vega Central, las autoridades chilenas avanzan en la investigación del femicidio de una migrante venezolana.
El cuerpo mutilado de la mujer, con múltiples heridas provocadas por un objeto punzocortante, se encontró el mismo viernes dentro de su apartamento en la comuna de Independencia, también en la región metropolitana de Santiago. Ambos casos subrayan la necesidad de justicia y claridad en la resolución de crímenes que impactan a la población migrante en el país.
Con información de Agencias
