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Nuevo impuesto a las remesas podría generar más migración y afectar la economía de EE.UU., alertan expertos

Los datos del Banco Mundial revelan que India, México y China son los mayores receptores de remesas enviadas desde Estados Unidos.

Estados Unidos/ Redacción Panas en Utah.- La reciente aprobación del impuesto del 1% a las remesas, impulsado por la administración de Donald Trump y firmado como parte de la nueva ley presupuestaria, podría tener consecuencias opuestas a las esperadas, afectando no solo a millones de inmigrantes, sino también a la economía estadounidense y a los países más pobres del mundo.

Según el Instituto para el Desarrollo en el Exterior (ODI), con sede en Londres, esta medida provocará una disminución en el envío de dinero hacia el extranjero, perjudicando directamente a familias que dependen de esas remesas para cubrir gastos básicos. La reducción de ingresos en sus países de origen podría convertirse en un nuevo motor de migración hacia Estados Unidos.

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“El impuesto puede incentivar a las personas a migrar si dejan de recibir dinero suficiente para vivir”, advirtió ODI. Además, el organismo advierte que los migrantes podrían comenzar a utilizar vías informales para enviar dinero, exponiéndose a riesgos como fraudes o robos.

Los datos del Banco Mundial revelan que India, México y China son los mayores receptores de remesas enviadas desde Estados Unidos. Solo en 2023, estas transferencias representaron cerca de 656 mil millones de dólares a nivel global. El impacto más severo recaería sobre México, con pérdidas estimadas en 1.500 millones de dólares anuales, seguido de India, Filipinas, Guatemala, El Salvador y República Dominicana.

En proporción al PIB, El Salvador sería el más perjudicado. El Centro para el Desarrollo Global estima que el país perdería el equivalente al 0,6% de su producto interno bruto.

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Helen Dempster, investigadora de este centro, afirmó que “el efecto podría ser contrario al esperado. Si las familias pierden el sustento que recibían, es probable que se incentive una migración a largo plazo”.

Además del impacto social, el ODI también anticipa efectos económicos negativos en Estados Unidos. Aunque se espera una recaudación de 10 mil millones de dólares en una década, esto representa apenas el 0,1% del presupuesto federal. “Al reducir el flujo formal de remesas y aumentar los costos para los migrantes, se debilita el poder adquisitivo de millones de consumidores, afectando el crecimiento económico”, advirtió el organismo.

El nuevo impuesto comenzará a aplicarse a partir del 1 de enero de 2026.

Con información de Univision

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