La venezolana que revive la tradición de las panelitas de San Joaquín y conquista Caracas
Historias como la de Simonette recuerdan que la tradición sigue viva, y que hay venezolanos que, con talento y amor, siguen apostando por construir desde lo nuestro.

Redacción Panas en utah / Caracas.- Un recuerdo de infancia se convirtió en el motor de un emprendimiento exitoso. Simonette, una caraqueña de 38 años, transformó la nostalgia de sus viajes familiares en una receta propia que hoy enamora a quienes visitan El Hatillo. Bajo el nombre de Panelitas Simonetta, comparte un sabor que conecta con la memoria colectiva de generaciones venezolanas.
Desde niña, asociaba las panelitas de San Joaquín con los viajes por la Autopista Regional del Centro. En esos recorridos junto a su padre, el ritual de parar por una panelita era casi sagrado. Años después, en medio de los desafíos del país, decidió emprender y darle vida a su versión de este icónico dulce. Con dedicación y creatividad, creó una receta artesanal que mantiene la esencia tradicional, pero con un sello personal que ha conquistado a sus clientes.
Lee también: Giovanna Gómez: La bailarina venezolana que conquista el mundo al ritmo de la salsa desde EE.UU. (+VIDEO)
Simonette vende sus panelitas en ferias, mercados y a través de su cuenta de Instagram @panelitasimonetta. Su historia no solo es un ejemplo de resiliencia, sino también un homenaje a una de las tradiciones más queridas de Venezuela.
Sobre las panelitas de San Joaquín
Para entender su importancia, hay que conocer el origen de las panelitas de San Joaquín, declaradas Patrimonio Cultural de Venezuela. Esta receta llegó al país en el siglo XIX junto a familias vascas asentadas en el estado Carabobo. Con el tiempo, los habitantes de San Joaquín adoptaron y perfeccionaron el dulce, que combina papelón y coco, hasta convertirlo en un emblema local. Más allá de su sabor, las panelitas representan identidad, orgullo y una fuente de sustento para decenas de familias.
Lee también: Tres árbitras venezolanas representarán al país en la Copa América Femenina 2025
Historias como la de Simonette recuerdan que la tradición sigue viva, y que hay venezolanos que, con talento y amor, siguen apostando por construir desde lo nuestro.