Piden visa humanitaria para esposa de venezolano en estado crítico en EE.UU.
Desde la distancia, Lisbeth mantiene la esperanza de poder abrazar nuevamente a su esposo con esta visa humanitaria. Su mensaje final es claro: “Cualquier ayuda que permita mi reencuentro con él se agradecerá profundamente. Que Dios bendiga su generosidad”.
Virginia, EE.UU.- La vida de Edwin Roberto Márquez Mora, un venezolano de 45 años de edad radicado en Virginia, pende de un hilo tras un trágico accidente ocurrido la madrugada del domingo 16 de junio. La caída le provocó graves lesiones en la columna cervical y lo mantiene hospitalizado en estado crítico e inconsciente. Por esa razón pide visa humanitaria para su esposa.
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Edwin emigró desde El Vigía, estado Mérida, en busca de mejores oportunidades. Hoy, su situación médica ha encendido las alarmas entre sus allegados, quienes luchan contrarreloj por reunir apoyo institucional y una visa humanitaria que permita a su esposa, Lisbeth Rincón, viajar desde Venezuela y acompañarlo.
“Mi esposo está solo, sin familiares en Estados Unidos. Lo único que pido es poder estar con él en este momento tan duro”, expresó Lisbeth en una carta abierta dirigida al senador Marco Rubio, al Secretario de Estado de los Estados Unidos y a la Embajada de Estados Unidos en Colombia. En la misiva, solicita con urgencia una visa humanitaria que le permita ingresar al país y asistir emocionalmente a su esposo mientras continúa bajo observación médica, sin diagnóstico definitivo.
La familia de Edwin ha difundido el caso en redes sociales y canales comunitarios, apelando a la sensibilidad de las autoridades migratorias estadounidenses. La solicitud recalca el impacto emocional y médico de la separación, así como la necesidad de apoyo inmediato por parte de organismos que gestionan trámites de visado en situaciones de emergencia humanitaria.
Lisbeth vive en Mérida, en el sector Guayabones, y ha puesto a disposición sus datos de contacto para cualquier tipo de ayuda. Mientras tanto, los médicos siguen monitoreando a Edwin, cuyo estado se mantiene delicado.
Desde la distancia, Lisbeth mantiene la esperanza de poder abrazar nuevamente a su esposo. Su mensaje final es claro: “Cualquier ayuda que permita mi reencuentro con él se agradecerá profundamente. Que Dios bendiga su generosidad”.
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Las próximas horas serán clave para que esta historia, marcada por el dolor y la urgencia, pueda encontrar una luz en medio de la incertidumbre.
