Líder de un grupo de narcotráfico en Utah condenado a 22 años de prisión
Un delincuente habitual y previamente condenado por delitos relacionados con las drogas recibió la orden judicial de confiscar más de 300.000 dólares en efectivo, tres armas de fuego y dos vehículos.
SALT LAKE CITY, Utah – Llobani Federico Figueroa, alias “Pablo”, de 33 años y residente de Magna, Utah, fue sentenciado a 264 meses de prisión tras admitir operar una empresa delictiva continua en el Distrito de Utah, con vínculos con California y México.
La sentencia, impuesta por el juez federal de distrito Howard C. Nielson, Jr., se produce después de que Figueroa se declarara culpable el 11 de diciembre de 2024 de continuar una empresa delictiva y posesión de metanfetamina con intención de distribuirla. Además de la sentencia, el tribunal ordenó a Figueroa 10 años de libertad supervisada y se le confiscaron más de $300.961,00 en moneda estadounidense, tres armas de fuego, accesorios y municiones para armas de fuego, y dos vehículos.
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Según documentos judiciales y declaraciones realizadas en las audiencias de cambio de declaración y sentencia de Llobani, Figueroa, desde los 18 años, participó en una serie de delitos de narcotráfico durante más de una década. Sin embargo, entre al menos diciembre de 2022 y agosto de 2023, Llobani participó en el tráfico de drogas de forma continua.
Específicamente, según documentos judiciales, Figueroa fue el principal intermediario entre múltiples fuentes de suministro y corredores/distribuidores con sede en California y México en el Distrito de Utah. Figueroa admitió que obtenía regularmente metanfetamina, heroína y cocaína. Luego, hacía que esas sustancias controladas se transportaran a Utah por mensajería y mantenía varios lugares donde se almacenaban y vendían. Su negocio de narcotráfico involucraba a cinco o más personas, incluyendo a sus coacusados y otros. Consulte el comunicado de prensa anterior aquí: Fugitivo de Utah y presunto cabecilla del narcotráfico entre 28 acusados en una importante operación multiagencia .
Llobani admitió además que su rol en la organización narcotraficante era de gerente o supervisor, y que reclutaba a otros participantes y organizaba correos para distribuir sustancias controladas en su nombre. Posteriormente, delegó otras responsabilidades a sus cómplices y admitió que su organización no habría podido funcionar sin la participación y la ayuda de estos.
Además de sus condenas previas, Figueroa tiene tres causas penales pendientes en el estado de Utah. Los cargos pendientes incluyen, entre otros, posesión con intención de distribuir una sustancia controlada (delito grave de primer grado); distribución de metanfetamina (delito grave federal de clase A); y homicidio involuntario (delito grave de segundo grado).
“Como narcotraficante con décadas de experiencia, el Sr. Figueroa ha sido una amenaza y un peligro para la población de nuestro estado”, declaró el fiscal federal interino Felice John Viti para el Distrito de Utah. “Su merecida sentencia de décadas servirá como recordatorio de que quienes trafican con veneno en nuestras comunidades, violando la ley federal para su propio beneficio económico, enfrentarán la justicia y perderán sus ganancias ilícitas”.
“Una persona que lucha contra el abuso de sustancias no es solo una estadística. Es el hijo, la hija, un amigo. Demasiadas familias han sido devastadas por una epidemia a la que el Sr. Figueroa contribuyó directamente”, dijo el agente especial a cargo Mehtab Syed del FBI de Salt Lake City. “Las drogas y los delitos violentos van de la mano. El FBI se compromete a desmantelar las organizaciones criminales en nuestro firme esfuerzo por mantener la seguridad de nuestras comunidades”.
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“Esta operación ejemplifica la dedicación y la habilidad de nuestra unidad de delitos callejeros”, declaró la jefa de policía de West Valley City, Colleen Jacobs. “Su meticulosa investigación fue clave para el arresto de un importante narcotraficante y condujo al desmantelamiento de una importante fuente de drogas ilícitas en nuestro estado. Este éxito subraya nuestro firme compromiso con la seguridad pública y la persecución incansable de quienes ponen en peligro nuestros vecindarios”.
El caso fue investigado conjuntamente por el Grupo de Trabajo sobre Violencia en Calles Seguras del FBI y el Departamento de Policía de West Valley City.
La Fiscalía de los Estados Unidos para el Distrito de Utah procesó el caso.
Con información del Departamento de Justicia de Utah
