Desechos radiactivos de Estonia se dirigen a Utah

El 2 de agosto, la división de Waste Management and Radiation Control (DWMRC) publicó su aprobación para Energy Fuels, propietaria de White Mesa Mills, Para importar dechos toxicos de Estonia y otros sitios domésticos a su localización en el sur de Utah
En total, 12.092 ciudadanos y organizaciones entregaron comentarios sobre esta propuesta, conocida como Enmienda 10. Solo 312 de esos comentarios apoyaron la importación de estos residuos, dejando 11,780 comentarios en contra de la enmienda 10
Esta decisión preocupa a grupos ambientalistas como The Healthy Environment Alliance of Utah (HEAL Utah) y Grand Canyon Trust. Les preocupa que esta decisión pueda llevar a Utah a convertirse en un vertedero de desechos radiactivos internacionales. En el pasado, las empresas de Utah intentaron traer desechos de fuentes internacionales, pero el público y los gobernadores anteriores se defendieron y pudieron detener esas propuestas.
“Cuando White Mesa Mill quiso importar desechos radiactivos en 2004, la gobernadora Olene Walker dijo ‘… si no nos ponemos de pie ahora, el juego se acabó. No se pueden tomar dos o tres y decir que eso es todo‘”. recordó Scott Williams, Director Ejecutivo de HEAL Utah. “Por eso, le pedimos al gobernador Cox que corrija este error, evite que estos desechos se envíen desde Estonia y mantenga todos los demás desechos extranjeros fuera de Utah”.
Las organizaciones también se preocupan por las clasificaciones que permitieron esta aprobación. El DWMRC ha clasificado el material de Estonia como mineral de uranio en lugar de desechos radiactivos, a pesar de que el contenido de uranio en los dechos es menos de 1% en peso. Energy Fuels recibió inicialmente una licencia para procesar uranio únicamente durante 15 años en la década de 1970; se les ha permitido continuar e incluso comenzar a almacenar desechos radiactivos.
Esta decisión también deja preocupaciones para las comunidades indígenas que viven cerca del Molino de White Mesa. Estas comunidades indígenas han sufrido de mala calidad del agua debido a este molino.
“Ya es hora de que encontremos justicia ambiental para la comunidad Ute de White Mesa”, dijo Talia Boyd, de Grand Canyon Trust. “La justicia ambiental para los pueblos indígenas, en parte, significa el fin del colonialismo nuclear, y eso comienza con cerrando y limpiando de este molino de uranio”
Fuente: Nota de Prensa